Con las múltiples actividades y compromisos que tenemos a diarios, es cada vez más difícil tener nuestro hogar limpio y en orden. Sin embargo, aquí te dejaremos algunos hábitos para que puedas organizar tu tiempo y mantener tu casa, siempre organizada y con un ambiente muy acogedor.

Haz la cama a levantarte

Es un hábito fundamental. Cuando te levantes, es el mejor momento para hacer la cama. Notarás que con este sencillo cambio, en el cual solo emplearás algunos pocos minutos, tu dormitorio va a lucir más limpio y ordenado.

Además, al momento que regreses de cumplir tus responsabilidades, te va a invadir una sensación de orden y sentirás más a gusto en tu hogar.

Lava los platos luego de cada comida

Así como el odontólogo te dice que cepilles tus dientes luego de comer, y el cerrajero te recomienda activar la alarma al ingresar a la casa al llegar, acostúmbrate a lavar los platos después de cada comida.

Esto trae varios beneficios, en primer lugar, será mucho más fácil remover la suciedad de tus platos, al eliminar los residuos de comida en poco tiempo, evitarás los malos olores en la cocina. Aparte, siempre podrás disfrutar de tu primera taza de café del día, con una cocina libre de platos sucios apilados.

Durante este proceso, también puedes limpiar la encimera, remover manchas de aceite o grasa y eliminar las migas de la superficie. Lo vas a agradecer.

Si lo usas… lo guardas

Adquirir este hábito puede ser bastante difícil, en especial si tienes niños pequeños en casa. Pero, una vez que logren adaptar esta rutina, tu hogar siempre estará ordenado.

La regla es muy simple, si has utilizado algún objeto, luego de su uso, colócalo de nuevo en su lugar. En el caso de los niños, puedes comenzar a aplicar esta norma con sus juguetes, después de que ellos hayan disfrutado toda una tarde jugando, antes de darse una ducha o cenar, cada juguete debe estar en su área.

Repasa tu baño, luego de tomar una ducha

Con esto no estamos indicando que debes limpiar de manera profunda tu baño cada día, pero si puedes iniciar una pequeña rutina, como remover cualquier mancha de pasta de dientes del lavabo, secar el piso del baño o pasar un paño seco por la superficie de la mampara y eliminar la cal.

Son actividades muy simples, que no ocupan mucho tiempo antes de salir a tu trabajo, y la mejor parte, te harán más fácil la limpieza profunda, porque no has permitido que la suciedad se acumule.

Comienza ordenando el área que más utilices

Puede ser la sala de estar, el área para ver televisión, la cocina, tu cuarto… En fin, la idea es que cada día pongas empeño en dejar tu sitio favorito ordenado.

Quizás no parezca relevante, pero en la práctica, cuando el área en la que disfrutas estar o pasas mayor parte de tu tiempo, está limpia y ordenada, te sentirás con más energía para limpiar y ordenar el resto de la casa.

Por admin

error: Content is protected !!