Barcelona, una ciudad que se ilumina con el espíritu festivo durante la temporada navideña, ve sus calles y edificios transformados en un espectáculo de luces brillantes que atraen a locales y turistas por igual.

En medio del encanto festivo, el Paseo de Gràcia se ha convertido en el epicentro de desafíos y controversias relacionadas con las luces navideñas.

Las luces que adornan esta avenida histórica se han convertido en un atractivo por derecho propio, pero el éxito de esta iluminación ha desencadenado situaciones peligrosas y molestias en medio de la celebración.

Situaciones de riesgo por unas fotos

Uno de los problemas más destacados en el Paseo de Gràcia es la creciente tendencia de las personas a arriesgar su seguridad y la de otros con el único objetivo de obtener la foto navideña perfecta.

Viandantes en peligro por “selfies” en el Paseo de Gràcia

Familias enteras, incluyendo niños pequeños, han sido vistos parados en medio de la calzada, esperando ansiosamente a que el semáforo se ponga en rojo para lanzarse a la carretera y capturar el resplandor de las luces de fondo.

Este comportamiento imprudente no solo pone en peligro la integridad de los peatones, sino que también afecta la fluidez del tráfico, causando molestias tanto para conductores como para otros viandantes.

Medidas drásticas incluyen acordonar el Paseo de Gràcia:

Ante estas avalanchas constantes de buscadores de la foto perfecta, la Guàrdia Urbana ha decidido tomar medidas excepcionales. El Paseo de Gràcia, en lugar de ser simplemente un escenario festivo, ha sido acordonado en una medida para evitar que los peatones invadan la calzada.

Desde Gran Via hasta el Consell de Cent, una cinta se extiende, dificultando el acceso a la calzada por cualquier punto que no sea un paso de cebra.

Esta acción, aunque necesaria, ha suscitado debate entre los ciudadanos sobre la libertad de movimiento y la preservación de la seguridad en medio de la celebración navideña.

Bus Turístico: Entre la comodidad y la controversia:

En un intento de ofrecer una experiencia segura para disfrutar de las luces navideñas, el ‘Barcelona Christmas Tour’ ha vuelto por quinto año consecutivo.

Este servicio, que ofrece un recorrido en un autobús de dos pisos por las calles iluminadas de Barcelona, busca proporcionar una alternativa cómoda y segura para disfrutar de la decoración navideña.

Sin embargo, incluso esta iniciativa no está exenta de controversias. Aunque el autobús ofrece un ambiente festivo y la posibilidad de conocer las tradiciones navideñas catalanas a través de guías multilingües, el precio de los boletos ha generado ciertas críticas.

Con un costo de 15 euros para adultos y 10 euros para niños de 4 a 12 años, algunos argumentan que esta opción excluye a aquellos que no pueden permitirse el lujo de pagar por una experiencia navideña.

El debate sobre el horario de las luces

El Ayuntamiento de Barcelona tiene previsto repetir el mismo horario de encendido de las luces de Navidad que se estableció en 2022. De este modo las luces se apagarán a las 22:00 horas de domingo a jueves.

Los viernes y sábados, las luces se desconectarán a las 23:00 horas y excepcionalmente, el 31 de diciembre y el 5 de enero, las luces permanecerán encendidas hasta la 01:00 horas de la madrugada.

Sin embargo, la Asociación del Paseo de Gràcia ha solicitado al Ayuntamiento extender el horario de las luces navideñas en la ciudad. Aunque la propuesta de ampliación del horario busca impulsar la actividad comercial y fortalecer el ambiente festivo, el Ayuntamiento aún no ha tomado medidas para implementar este cambio.

Mientras la ciudad debate sobre las medidas actuales y futuras, queda claro que la magia de las luces navideñas en Barcelona seguirá cautivando a aquellos que buscan una experiencia única.

Por admin

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